Amado Dios, es un nuevo día, los primeros rayos del sol asoman por el cielo y el trinar de las aves anuncia la llegada de un bello amanecer. Hoy quiero darte infinitas gracias porque me regalas el maravilloso don de la vida, porque me das salud y fuerzas y porque Tú siempre estás a mi lado, guiándome, bendiciéndome y llenando mi vida con tu hermosa presencia. Gracias amado Dios por tus instrucciones, por todo tu amor, pero sobre todo por la maravillosa enseñanza del valor de la fe, porque a través de ella, puedo lograr cualquier cosa que me proponga; porque una fe inquebrantable es el inicio de todas las grandes conquistas. Por ese motivo, este nuevo día lo viviré lleno de esperanza y alegría, dando a cada instante lo mejor de mí, haciendo mi trabajo con amor y dedicación, compartiendo con mis hermanos y siguiendo tu palabra. Señor, Confío en Ti y en tus promesas, por eso sembraré en mi campo con amor y serás Tú quien me provea una hermosa cosecha. Padre eterno, te